miércoles, 29 de abril de 2009

La cámara asesina

El tío Vanesso cumplía sus 40 años y organizó una fiesta con toda la familia y sus amigos en una terraza. Vanesso era como muy finito, siempre vestía formalmente y era sumamente cuidadoso con sus cosas, era medio envidioso por lo que era muy difícil que te prestara algo. Bruna, una de las sobrinas del tío Vanesso llegó a la fiesta y rápidamente vio que había columpios por lo que se pudo muy feliz. Al tío Vanesso no le dio mucho gusto ver a Bruna porque sabía que era muy traviesa e inquieta pero Bruna al contrario siempre buscaba mucho a su tío Vanesso.


















Bruna se subió al columpió y le llamó al tío Vanesso para que le tomara fotos. El tío Vanesso había adquirido la cámara más nueva, la más moderna por lo que pensó que no sería mala idea tomar algunas fotos para el recuerdo.



















Bruna cada vez le daba más fuerte al columpio.



















El tío Vanesso le sacaba fotos y fotos a Bruna. Bueno en realidad le tomó solo como una foto porque no quería desperdiciar tantas fotos en su sobrina, pero él hacía como que le seguía tomando fotos.


















Bruna seguía dándole muy fuerte al columpió y el tío Vanesso nada más la veía. En una de esas que se estaba columpiando a Bruna se le ocurrió soltarse del columpio.


















Bruna salió volando directamente hacia donde estaba el tío Vanesso.


















Bruna pensó que el tío Vanesso la iba a cachar pero éste no iba a permitir que su sobrina le pegará o le hiciera algo a su cámara por lo que mejor se hizo a un lado y Bruna cayó de seco en el pasto. Se dobló todo el cuello y otros golpecillos más que le produjeron su muerte instantánea, pero afortunadamente no le pasó nada a la cámara del tío Vanesso.


Fin

miércoles, 22 de abril de 2009

Los 278 kilos asesinos

Emiliana era la mamá de un bebé de 4 meses llamado Susano. Ella era una gran ejecutiva de una empresa de ropa por lo que viajaba muy seguido, su esposo también viajaba mucho por lo que siempre le encargaban al pequeño Susano a su tía Ramira pero ésta vez ella no lo pudo cuidar porque andaba de luna de miel así que le llamaron al tío Julieto. Éste no hacía nada, vivía de la herencia que les había dejado sus papás así que pudo cuidar a Susano.

















Susano era un niño muy tranquilo, Julieto lo abrazó y lo comenzó a arrullar para que se durmiera rápido y así poder ver la novela de las nueve.

















Como Susano no se dormía Julieto se cansó de estar caminando de un lado para otro y como era demasiado gordo, pesaba 278 kilos y sus rodillas no aguantaban tanto y se le adolorían mucho por lo que decidió sentarse en la cama.

















Julieto de estar sentado y arrullando al niño pues también empezó a pestañear y de pronto ya estaba cabezeando también.









Julieto optó por mejor también acostarse y dormirse al igual que Susanito. Ya no le importaba no ver su novela al fin y al cabo después la vecina chismosa se la podía platicar. Julieto se acomdó en la cama y teniendo junto a él al pequeño Susano.

















Pasaron unas horas y Julieto ya estaba profundamente dormido. Se esuchaban los grandes ronquidos. Susano pues estaba entre medio dormido y despierto porque con semejantes ronquidos no podía conciliar el sueño bien. Como Julieto estaba tan dormido pues no se acordaba que junto a él estaba el pequeño Susano. Julieto se empezó a mover y de pronto los 278 kilos de pura manteca y grasa de Julieto se fueron apoderando del pequeño Susano. Era como si una gran masa empezará a comerse al pequeño niño.


















El pequeño Susano se movía como loco tratando de escaparse de los 278 kilos de manteca. Julieto ni en cuenta, sentía como cosquillitas pero nunca se imaginó que era Susano tratando de salvar su vida. Pasaron unos minutos más y Susano murió aplastado por los 278 kilos de manteca y grasa de su tío Julieto.

















Fin

miércoles, 15 de abril de 2009

Los piquetitos asesinos

Era la semana de pascua y Leticio se fue a la playa con su pequeño hijo Loreno. Ambos vivían solos porque la esposa de Leticio y madre de Loreno los abandonó porque se fue con un productor de películas porno. Leticio quería disfrutar de unas vacaciones con su pequeño por lo ahorraron durante varios meses y se fueron a la playa. Al llegar al hotel rápidamente se pusieron su traje de baño para ir a darse un chapuzón en la alberca.


















Como Loreno no sabía nadar Leticio le puso sus flotadores. Loreno no tardó en meterse a la alberca, Leticio decidió primero asolearse un rato y de paso ver a las güeras que andaban por ahí. Loreno estaba divertidísimo en la alberca. Nadaba de un lado para otro.

















De pronto después de un rato un pequeño ruido de como cuando se sale el aire se empezó a escuchar. Eran los flotadores de Loreno, tenían unos pequeños piquetitos y se les estaba saliendo el aire.

















Después de un rato Loreno empezó a sentir que se hundía, los flotadores estaban ya bien desinflados.



















Loreno empezó a moverse desesperadamente, agitaba los brazos de un lado para otro. Se estaba hundiendo y empezaba a tragar agua. Como en toda alberca había un salvavidas, pero éste en ese momento estab ligandose a una extranjera horrible que andaba por ahí y el papá de Loreno estaba bien dormido, como se quedó asoleandose pues el sueño lo venció.










Pronto los flotadores de Loren se quedaron sin aire y Loreno comenzó a hundirse.




















Después de un rato de estar luchando por llegar a la superficie en busca de una pizca de aire Loreno murió ahogado.


fin

miércoles, 8 de abril de 2009

El clavado asesino

Estelo era un chavo que se creía modelo. Lo máximo que había modelado era cuando fue botarga afuera de un restaurante pero él se soñaba. Pasaba horas y horas en el gimnasio para incrementar su masa muscular pero la verdad no estaba tan mamey (fuerte). Llegó la semana Santa y se lanzó a una playa cerca de la ciudad donde vivía. Sabía que era la oportunidad para mostrar sus músculos y de paso ligarse a alguna chicuela. Ya en la playa un día que se da cuenta de que estaba una güerota guapísima tomando el sol.
















Estelo sabía que era su oportunidad para impresionarla.




















Comenzó estirándose un poco para presumirle sus músculos a la güerota. Ella ni en cuenta, seguía leyendo pero Estelo no se daba por vencido y seguía haciendo poses.




















Luego se le acercó un poco y siguió haciendo fuerza para presumir sus músculos y su trasero pero la güera segúia sin hacerle caso. Estelo sabía que la güera no se sorprendía fácilmente así que tenía que hacer algo más atrevido o interesante para llamar su atención.




















Por fin se le vino una grandiosa idea a Estelo. Éste salió corriendo rapídisimo al mar.




















Ya estando cerca del mar que se avienta un clavado para sambullirse. Se aventó un clavado estilo los del programa de baywatch o guardianes de la bahía .




















Estelo se introdujo en el agua como una flecha. Pero en esa playa había muchas rocas por lo que Estelo se impactó con una. Su cabeza chocó así de seco con la roca. De tan fuerte el impacto hasta se escuchó afuera pero claro que nadie se dio cuenta.



















Estelo murió al instante. El impacto fue durísimo. Se golpeó muy fuerte el cráneo. El cuerpo de Estelo quedó flotando en el mar rodeado de sangre y poco a poco se lo fue llevando la marea hasta desaparecer o hasta que un tiburón se lo comiera. Y por cierto la güera nunca se dio cuenta de que Estelo ya no salió del mar, bueno creo que ni se dio cuenta de que se metió al mar.





















Fin.

miércoles, 1 de abril de 2009

El escondite de la muerte

Gerarda era una niña horrible de esas con las que las otras niñas no quieren jugar y que tiene que irse a jugar con los niños porque la ven como un niño más. Eran vacaciones por lo que casi todo el día se la pasaba con sus amiguitos jugando en el parque de la colonia. Una tarde estaba Gerarda con sus amigos Karino y Brendo y les propuso jugar a las escondidas.

















Los dos amigos aceptaron e hicieron un piedra papel o tijera para ver quién iba a contar primero. Karino perdió así que comenzó a contar. Gerarda y Brendo salieron corriendo en busca de un buen escondite en donde Karino no pudiera encontrarlos.
















Brendo se fue para un lado y Gerarda para otro. Ella no sabía dónde esconderse. De pronto vio el escondite perfecto. Sabía que en ese lugar nunca de los nuncas la iban a encontrar y ganaría el juego. El escondite era un carro rojo un poco traqueteado. Era de un drogadicto que vivía en la colonia.

















Gerarda sabía que la cajuela del carro se podía abrir porque había espiado varias veces al dorgadicto y lo había visto que abría la cajuela sin llaves ni nada. Gerarda se introdujo en el carro. Se alcanzaba a ver y escuchar una risita traviesa en su cara porque sabía que iba a ganar el juego que ahí nunca la iban a encontrar.




















Karino fue en busca de Gerarda y Brendo. Karino encontró rápido a Brendo porque éste era medio babas y se escondió detrás de un arbusto.

















Tras haber encontrado a Brendo los dos fueron en busca de Gerarda. La buscaron detrás de los árboles, en los botes de basura, en una zanja, debajo de las bancas del parque, en todos los escondites posibles.


















Buscaron y buscaron por un buen rato. Karino y Brendo se cansaron de tanto buscar y luego se dieron cuenta que ya estaba oscureciendo, eran ya las 8 de la noche y era hora de ir a ver su caricatura favorita. Ambos pensaron que Gerarda quizá se había ido a su casa así que dieron el juego por terminado y cada quien se fue a su casa.

















En la madrugada como a eso de las 5:00 de la mañana al dueño del carro le dieron ganas de drogarse un poco y salió a su carro por un poco de mercancía. Él guardaba su droga en la cajuela, debajo de la llanta de refacción. Miró cuidadosamente a todos lados para que nadie fuera a cacharle su escondite y que luego le fueran a volar su droga. No había nadie así que abrió la cajuela de su carro.


















Al abrirla se dio cuenta de que había un bulto dentro. Se acercó un poco y se dio cuenta de que era el cuerpo de una niña muy fea. Era Gerarda. Ella se había asfixiado ahí dentro. Ya estaba toda tieza. Se podía ver en sus manos que murió tratando de escaparse así como que estuvo golpeando y rasgando la cajuela tratando de escapar... pero no lo logró. Se preguntarán porqué si Gerarda pudo abrir la cajuela sin llaves por qué no pudo salir. Pues esto porque la cajuela tenía truco, podía abrirse por fuera pero no por dentro. Esto nunca lo supo Gerarda y por eso murió. Ah! y por cierto, Karino y Brendo nunca la encontraron.


Fin