Susano era un niño muy tranquilo, Julieto lo abrazó y lo comenzó a arrullar para que se durmiera rápido y así poder ver la novela de las nueve.
Como Susano no se dormía Julieto se cansó de estar caminando de un lado para otro y como era demasiado gordo, pesaba 278 kilos y sus rodillas no aguantaban tanto y se le adolorían mucho por lo que decidió sentarse en la cama.
Julieto de estar sentado y arrullando al niño pues también empezó a pestañear y de pronto ya estaba cabezeando también.
Julieto optó por mejor también acostarse y dormirse al igual que Susanito. Ya no le importaba no ver su novela al fin y al cabo después la vecina chismosa se la podía platicar. Julieto se acomdó en la cama y teniendo junto a él al pequeño Susano.
Pasaron unas horas y Julieto ya estaba profundamente dormido. Se esuchaban los grandes ronquidos. Susano pues estaba entre medio dormido y despierto porque con semejantes ronquidos no podía conciliar el sueño bien. Como Julieto estaba tan dormido pues no se acordaba que junto a él estaba el pequeño Susano. Julieto se empezó a mover y de pronto los 278 kilos de pura manteca y grasa de Julieto se fueron apoderando del pequeño Susano. Era como si una gran masa empezará a comerse al pequeño niño.
El pequeño Susano se movía como loco tratando de escaparse de los 278 kilos de manteca. Julieto ni en cuenta, sentía como cosquillitas pero nunca se imaginó que era Susano tratando de salvar su vida. Pasaron unos minutos más y Susano murió aplastado por los 278 kilos de manteca y grasa de su tío Julieto.
Fin
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