miércoles, 31 de diciembre de 2008

El Coqui

Este caso comienza cuando Horacio, un solterón de 37 años que vendía seguros llegó a su departamento después de un intenso día de trabajo. Horacio vivía con su perrito llamado "Coqui" al cual quería mucho ya que era su fiel compañero, el que lo escuchaba, el que le aguantaba todas sus babosadas, etc.

















Horacio siempre salía a pasear a Coqui al parque con el pretexto de encontrar a alguna mujer a la cuál sacarle plática y después invitarla a salir. Horacio estaba bien desesperado por encontrar una mujer imagínese soltero y a los 37 años y no había tenido novia en toda su vida. Era como una olla expres apunto de estallar pero bueno sigamos con la historia, Horacio le puso la correa a Coqui y salieron a la calle esperando tener suerte.

















Horacio miraba de lado a lado como si tuviera un radar buscando mujeres y Coqui pues caminaba detrás de él olfateando cacas y buscando algún resto de comida que se pudiera comer.


















De pronto Horacio tuvo suerte, no encontró una mujer pero sí un centenario tirado en el piso. Pero él no fue el único que tuvo suerte, Coqui miró al otro lado de la calle y había una perrita fogosa moviendo el rabito esperándolo.

















Coqui bien jarioso y jadeando salió como de rayó disparado tras la perrita pues ésta oportunidad no la iba dejar escapar.


















Como salió tan desprisa se llevó de Jalón a Horacio que estaba algo distraído con el centenario.


















Coqui no se dio cuenta de que al cruzar la calle venía una camioneta a toda velocidad.


















Horacio quedó a media calle sin poder hacer nada más que pelar los ojos, ni tiempo de pedir perdón o rezar le dio.



















La camioneta atropelló a Horacio, éste murió al instante porque sufrió severos golpes en el cráneo y en el pecho.


















Coqui ni se dio cuenta de que Horacio se murió por su culpa, él estaba feliz porque llegó con la perrita fogosa, no perdió tiempo y empezó a olfatearla para ligarsela y después echarsela.

FIN.