miércoles, 28 de enero de 2009

El tobillo asesino

Gracielo era un hombre de 49 años que trabajaba como mozo en Chapala en la casa de unos gringos. Todas las mañana le daba su manita de gato a la alberca, la limpiaba y le ponía los químicos necesarios para que estuviera limpia y reluciente.


















Un día terminando de limpiar la alberca decidió caminar por la orilla de ésta para revisar minuciosamente de que no hubiera ni una basurita ni un insecto en la alberca, ya ven que luego llegan insectos y los mensos se ahogan o se quedan ahí en el agua.


















De pronto al ir caminando su tobillo se dobló todititito. Nada más de verlo me dolió.



















Gracielo perdió el equilibrio.


















Pero finalmente cayó a la alberca. Se escuchó el chapuzón. Bueno nadie lo escuchó porque los gringos no estaban en la casa, andaban en Estados Unidos y al lado de la casa no había nada más que un terreno valdío.


















Pero regresando a la historia, Gracielo aunque increíble que parezca no sabía nadar, desde chiquito le quisieron enseñar pero por algo nunca aprendió. Era de los niños que nadamás metían los pies a la alberca o se metía con flotadores. Gracielo se empezó a mover así como loco debajo del agua tratando de salir pero no sabía cómo. Se acordó que en una película los que caían al agua movían mucho los pies así que Gracielo los movió pero...


















tras varios intentos por salvar su vida Gracielo no pudo. De pronto su mirada se puso fija y las últimas burbujitas salieron de su boca y de su nariz.


















Gracielo se ahogó, su cuerpo se fue a la superficie y quedó flotando.

Fin.

miércoles, 21 de enero de 2009

El cochecito rojo

Estefanío era un padre de familia, director de una de las más grandes fábricas de textiles del país. Era un domingo de clásico nacional, América contra Chivas se iban a enfrentar y pues era el pretexto perfecto para organizar una carne asada con la familia. Ya sabe, carne asada, quesadillas, frijoles, chorizo, cebollitas, cervecitas, cotorreo, etc. Estefanío era de los que siempre estaba en constante competencia con sus cuñados y hermanos. Si ellos compraban un carro Estefanío compraba uno más caro, si compraban una casa él compraba una más grande.Total que ese día Estefanío les iba a presumir su nuevo asador.


















Ya tenía la botana, la carne, el carbón, los refrescos, en general todo, ya nada más faltaba sacar la televisión a la terraza. Estefanío decidió sacar la televisión que estaba en el estudio porque era la más cercana a la terraza. Amarró el cable de la tele para no tropezarse y la cargó.


















Estefanío iba un poco distraído pensando en que más les podía presumir a sus familiares. Pensó que sería bueno presumirles su nuevo celular, hablarles del departamento en la playa que iba a comprar o del viaje que haría en esa semana a Nueva York.




















Estafeanío nunca se dio cuenta de que había un cochecito rojo en el piso. Era de los juguetes que dejaban sus pequeños regado por toda la casa, ya ven como son los niños de que dejan todo por todos lados. Estafanío piso el carrito.




















Primero se desvalanceó un poco, luego parecía venadito acabado de nacer porque las piernas se le doblaban, trató de no caerse pero fue en vano porque Estefanío resbaló.




















Se fue de espaldas y cayó en el piso. Lo peor fue que la televisión le cayó encima. Estefanío se golpeó muy duro la espalda, se ha de haber golpeado unas vertebras porque no se podía mover nadita. Tampoco podía quitarse la televisión de encima.




















No estaba muy pesada pero era fuerte la presión que ésta hacía sobre su pecho. Le comenzó a faltar el aire y no podía gritar para pedir ayuda. Su cara comenzó a ponerse roja y luego medio morada hasta que murió asfixiado.



















Fin.

miércoles, 14 de enero de 2009

El tacón asesino

Felipa era una chica que trabajaba en una agencia de carros. Como cada viernes Felipa acostumbraba a irse de reventón a un antro o a un bar con sus amigos. Ya sabiendo a que antro iban a ir Felipa comenzó con el ritual de arreglarse. Primero se maquilló y se peino para después elegir la ropa que usaría esa noche.

















Felipa sabía que ese día iba a ir Arnoldo, un amigo de su amiga Conchita el cual le gustaba mucho así que decidió irse lo más guapa posible para conquistarlo. Eligió una blusa formal pero cómoda y donde enseñara algo de chicharrón (bubis)pero no mucho, que se viera sexy. Se puso también unos pantalones de mezclilla bien ajustados que realzaban las pompis. Felipa estaba de buen ver la verdad.



















Por último Felipa sabía que hoy era el gran día para estrenar unas botas que se había comprado hace unos meses en las cuales se había gastado todo un mes de sueldo, eran unas botas negras, de piel, importadas de Italia y de una marca de diseñador muy conocida en todo el mundo.


















Felipa se puso sus botas y se sentía como en las nubes con ellas. Estaba lista para salir a pasarsela bien y de paso conquistar el corazón de Arnoldo de una vez por todas.



















Tomó su bolso, el cual era pirata, ese si lo compró en el tianguis pero daba la finta de que era original y salío de su cuarto.


















Felipa comenzó a bajar las escaleras cuando de pronto al pisar un escalón se escuchó el tronido de algo, fue el tacón de sus botas importadas y carísimas.


















Felipa se desvalanceó y sin poder sujetarse del barandal salió volando. Rodó por todas las escaleras.


















Su cabeza golpeó fuertemente en uno de los escalones.

















El golpe le ocasionó una fractura en el cráneo por lo que Felipa murió unos instantes después del tremendo golpe quedando ahí tirada sobre un charco de sangre. Y el tacón como si nada hubiera pasado se quedó tranquilamente en uno de los escalones.



















Fin.

miércoles, 7 de enero de 2009

El penal de la muerte

Adelo era un adolescente aficionadazo al futbol, era de esos que desayunan, comen, cenan, hablan y respiran futbol. Su sueño era llegar a ser estrella de este deporte. Por las tardes le mentía a su mamá diciéndole que ya había terminado su tarea sólo para salirse a las calles a jugar futbol hasta altas horas de la noche.

















Una tarde llegó un vecino y amigo suyo llamado Raquelo que también le gustaba mucho el futbol pero la verdad era bien maleta para jugar y le preguntó si podía echar la cascarita con él.














Adelo aceptó pero con la condición de que Raquelo se pusiera de portero primero,
iban a jugar unas tandas de penales.

















Raquelo se fue a colocar en la posición de portero y Adelo mientras colocó el balón en el punto penal. Tomó muchísimo vuelo ya que quería tirarle con todo a Raquelo y anotarle un golazo.

















Raquelo le gritó a Adelo que no tirara como niña, que no le iba a poder anotar gol. Claro que esto para calentar a Adelo un poco.
















Y lo logró porque Adelo enfureció con estos comentarios y comenzó a correr con todo, tomando fuerza para sacar un disparo pero ya con toda la intención de golpear a Raquelo y hacer que se comiera sus palabras.

















Adelo hizo contacto con el balón y salió un tremendo un fogonazo de disparo, con una potencia digna de jugador de selección brasileña. Era el tiro más fuerte y lleno de coraje que Adelo había hecho en toda su vida.

















El balón salió directo hacia donde estaba Raquelo con una velocidad y fuerza increíble pero éste al ver que le iba a pegar le valió que le anotarán y se hizo a un lado.


















El balón rebotó en la pared y salío disparado aún con más fuerza.

















Salió con dirección hacia donde estaba Adelo. Éste no tuvo tiempo de reaccionar. El balón se le estrelló en toda su cara. Se escuchó el guamazo y el crujir de algunos huesos.


















Adelo cayó al suelo todo noqueado y echando bofes de sangre.


















El impacto del balón le tiró varios dientes y la boca le quedo deshecha pero lo más grave fue que también le destruyó toda la nariz déjandolo sin respirar por lo que Adelo dejó de existir unos instantes despupes. Raquelo al ver que Adelo estaba muy mal mejor se fue corriendo asustado a su casa sin decir nada dejando a Adelo ahí tirado junto con el balón que le quitó la vida.










Fin