jueves, 26 de febrero de 2009

La llamada asesina

Jorja era una madre de familia y ama de casa. Su esposo Verónico era piloto de avión y casi siempre estaba de viaje. Junto con ellos vivía la madre de Verónico, osea la suegra de Jorja, doña Felipa. Ella era una ancianita y abuelita bien buena onda. Sus nietos Sofío y Raúla la querían mucho, Jorja no tanto, más bien le estorbaba pero tenía que aguantarla.

















Todos los días como a eso de las 9:00 de la mañana Jorja y doña Felipa salían al jardín de la casa a platicar y a tomar un poco de sol. A doña Felipa le hacía mucho bien tomar baños de sol por un rato.


















Un día estando en el jardín doña Felipa le estaba contando en qué se había quedado la novela de las 8 cuando de repente que suena el teléfono. Jorja estaba ya aburrida de escuchar a doña Felipa por lo que esa llamada era el pretexto perfecto para levantarse y dejar de escuchar a la viejita. Jorja le pidió a doña Felipa que la esperara que no tardaba, solo iba a contestar y regresaba pronto.
















Jorja contestó y era nadamás y nada menos que su amiga Estébana que la llamaba para contarle el chisme de que otra de sus amigas, la Víctora se iba a divorciar. Total que estaban echando el chisme cuando Estébana le dijo que a las 12:00 iban a pasar una receta fabulosa en el programa del Chef. Jorja duró hablando con Estébana como 3 horas.

















Al terminar de hablar con Estébana fue rápidamente a la cocina para preparar la comida y ver la receta del día del programa del Chef. Jorja vio todo el programa y preparó la comida. Al terminar se dio cuenta de que ya eran la 1:45 y los niños salían a las 2:15 de la escuela por lo que era hora de ir por ellos. Jorja fue por los niños, regresaron a casa como 2:40 y mientras Jorja calentaba la comida los niños se pusieron a ver tele. A las 3 de la tarde se sentaron Jorja y los niños a disfrutar de una ríquisima comida.















Al estar comiendo, Sofío, el hijo menor de Jorja le preguntó que si su abuelita había salido o que, o que dónde estaba porque no estaba comiendo con ellos. En ese momento Jorja se quedó como paralizada. Doña Felipa!! dónde estaba?


















Jorja recordó que la última ves que estuvo con doña Felipa fue en el jardín. Así que salieron todos corriendo al jardín y efectivamente ahí estaba. Pero estaba ya muerta. Doña Felipa murió de una insolación, su cara estaba toda roja, quemada de tanto sol que recibió. Fueron 7 horas de mucho sol para una ancianita.


Fin

miércoles, 18 de febrero de 2009

Los shortcitos rosas

Fabiolo era un señor que tenía un negocio de bienes raíces, divorciado porque su esposa lo había cachado con otra mujer. Fabiolo vivía solo en un bonito fraccionamiento. Un domingo al estar arreglando unas cosas del jardín de su casa se dio cuenta que el foco de afuera de su recámara no prendía.

















Le pidió al mozo del fraccionamiento una escalera, ésta estaba bien pesada porque era de puro metal. La recargó en la pared y empezó a subir para poder cambiar el foco o revisar porque no prendía.

















Al estar ya arriba de pronto volteó hacia abajo y cuál va siendo la sorpresa que iba pasando la vecina de enfrente a la cual Fabiolo espiaba por las noches con sus vinoculares. La vecina la verdad estaba muy fea de la cara pero de cuerpo estaba muuuy bien. Era de esas mujeres que por estar tan feas le dedican miles de horas al gimnasio para tener buen cuerpo y así lograr que todos las miren.


















Ese día la vecina traía una blusa blanca un poco ajustada, pero lo que más llamaba la atención eran unos mini shortcitos rosas bien pegaditos que le resaltaban su gran trasero firme resultado de muchas horas de spinning.


















Fabiolo al ver semejantes shortcitos, ese gran trasero y esas piernas esculturales se le hizo agua la boca. Puso su típica cara de pervertido antojándose a la vecina e imaginando miles de cosas sucias con ella.


















La vecina sabiendo que alguin la miraba siguió caminando moviendo las caderas de un lado para otro de un modo provocativo. Fabiolo no podía apartar la mirada de esos shortcitos rosas y la fue siguiendo con la mirada.


















Fabiolo se distrajo viendo a la vecina se fue haciendo como para atrás cuando de pronto soltó la escalera y que se cae.

















Fabiolo cayó de una altura como de 6 metros, cayó de espaldas golpeándose de seco en la nuca, dejándolo casi moribundo.


















Pero para rematarlo pues que le cae la escalera pesadota encima, golpéandole la cara y aplastándolo. Después de unos segundos Fabiolo no pudo más y murió quedando en su memoria como último recuerdo esos shortcitos rosas.

Fin

miércoles, 11 de febrero de 2009

El moco mortal

Eriko era un joven de 20 años, el hijo menor de una familia de mucho dinero por lo que le daban todo lo que él pedía. Su último regalito había sido un carro deportivo de lujo. Eriko era super fanático de los autos. Diariamente antes de irse a la universidad limpiaba su carro, siempre lo tenía impecable, por dentro no había ni una basurita y seguía oliendo a nuevo. Ahhh que rico es cuando un carro huele a nuevo...



















Eriko quería más a su carro que a ninguna otra cosa. Cuando nadie lo veía lo besaba y le hablaba de una forma cariñosa pero anormal a su carro.



















Un día después de la limpieza habitual de su carro tomó sus cosas y partió rumbo a la universidad.



















De pronto al ir en camino a la escuela empezó a sentir un pequeño cosquilleo en la nariz. Primero no le hizo caso pero después el cosquilleo aumentó. Era un moco, pero no un moco normal, era de esos secos que se atoran en los pelitos de la nariz y que producen muchas cosquillas. Eriko movió la nariz de un lado a otro, parecía que hacía muecas pero era que estaba tratando de deshacerse de ese molesto moco.



















Tras batallar varios minutos no tuvo más opción que usar su dedo índice, lo metió al poro de su nariz en busca de sacar ese moco y terminar con el cosquilleo. El moco estaba tan bien atorado que Eriko no podía con él. Al tratar de sacarlo se atoraba más y producía más cosquillas. Se podía ver a su dedo moviéndose de un lado a otro dentro del poro de la nariz. Toda su atención se enfocó en sacar ese moco. Su mirada también se fue hacia su dedo.



















De pronto Eriko regresó la mirada al camino y rápidamente movió el volante hacia la derecha.



















Eriko se distrajo tratando de sacar el moco y cuando quiso reaccionar no pudo esquivar a un camión de papel reciclado. El auto de Eriko se impactó de frente contra el camión. Fue un choque impresionante.


















El carro de Eriko quedó despedazado. Eriko murió al instante, su cara quedó deshecha, con golpes y cubierta de sangre.


















Ahhh y por cierto, al chocar, a Eriko se le salieron los sesos y también el moco que tanta lata le dio y que le causó la muerte.
Fin.

miércoles, 4 de febrero de 2009

La chichi pop asesina

Cirila era una niña realmente fea, es más, horrorosa. Además de su fealdad era chocante, presumida, payasa y como era hija única estaba super consentida. En la escuela y en su colonia no tenía amigos y amigas porque a todos les caía mal. Por las tardes después de hacer su tarea salía a la tienda de doña Macaria a comprar dulces y se iba a la barda de un parque a comerselos sola. Un día compró un nuevo dulce, un paleta llamada Chichi pop. Era una paleta en forma de chichi y tenía un sabor como napolitano.


















Cirila abrió lentamente la envoltura y sacó lentamente su Chichi pop.


















Comenzó a degustar su riquísima paleta.Empezó como a tratar de averiguar los distintos sabores que tenía la paleta.



















Cirila decidió comer solo el dulce por lo que arrancó el palito a la paleta y la muy marrana lo aventó. Además de fea cochina.



















Cirila empezó a masticar la paleta, bueno el dulce. Era un dulce muy grande. De pronto Cirila sintió que algo se le atoró en la garganta, era el dulce de la Chichi Pop que había quedado atrapado. Cirila rápidamente llevó sus manos a su garganta.



















Trato de toser para ver si en una de esas salía el dulce de su boca. Como nadie era su amigo pues nadie la ayudaba, es más creo que nadie se dio cuenta de que Cirila estaba ahí luchando entre la vida y la muerte.



















De pronto Cirila no pudo más y se asfixió. Cayó de la barda. Su cuerpo quedó ahí tendido y por cierto, al caer el impacto provocó que el dulce saliera de su boca pero era demasiado tarde, Cirila había muerto.Su cuerpo quedó ahí por varios días porque como a nadie le importaba pues pasaban y veían ahí el bulto pero nadie hacía nada hasta que un día el barrendero del parque se hartó de que el cuerpo le estorbaba para barrer y dio aviso a la policía.


Fin