miércoles, 10 de junio de 2009

El grasoso y delicioso panquesito asesino

Carolino era un gordito muy alegre, jocosito y un poco rarito. Trabajaba de cajero en la sección de farmacias de una tienda departamental.



















Por las mañanas solo desayunaba algo ligero en su casa porque después en el trabajo se atascaba ya con un platillo más fuerte como chilaquiles, tortas o algo grasoso. Ese día sólo iba a desayunar un delicioso y grasoso panquesito que había comprado un día antes con el panadero de las manos sucias que pasaba por la tardes vendiendo pan.


















Al ver semejante grasoso y delicioso panquesito Carolino decidió sólo darle una mordidita ya que mejor guardaría lo demás para cuando llegara del trabajo y así comérselo viendo la novela o los programas de chismes que tanto le gustaba ver.


















Total que Carolino sólo comió un poquito del panquecito y de pronto al estar masticando ese pedacito de delicioso y grasiento panquecito la cara de Carolino cambió, su mirada se quedó fija.



















Carolino se llevó rápidamente sus gordas y enormes manos con sus dedos parecidos a salchichas alemanas a su cuello, bueno la verdad Carolino de tan gordo que estaba no tenía cuello pero le hacía la lucha.




















Ese pedacito insignificante del delicioso y grasiento panquecito se le atoró en la garganta a Carolino. Después de intentar escupir el pedacito de delicioso y grasiento panquecito Carolino no pudo más y se ahogó.


Fin

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