miércoles, 11 de febrero de 2009

El moco mortal

Eriko era un joven de 20 años, el hijo menor de una familia de mucho dinero por lo que le daban todo lo que él pedía. Su último regalito había sido un carro deportivo de lujo. Eriko era super fanático de los autos. Diariamente antes de irse a la universidad limpiaba su carro, siempre lo tenía impecable, por dentro no había ni una basurita y seguía oliendo a nuevo. Ahhh que rico es cuando un carro huele a nuevo...



















Eriko quería más a su carro que a ninguna otra cosa. Cuando nadie lo veía lo besaba y le hablaba de una forma cariñosa pero anormal a su carro.



















Un día después de la limpieza habitual de su carro tomó sus cosas y partió rumbo a la universidad.



















De pronto al ir en camino a la escuela empezó a sentir un pequeño cosquilleo en la nariz. Primero no le hizo caso pero después el cosquilleo aumentó. Era un moco, pero no un moco normal, era de esos secos que se atoran en los pelitos de la nariz y que producen muchas cosquillas. Eriko movió la nariz de un lado a otro, parecía que hacía muecas pero era que estaba tratando de deshacerse de ese molesto moco.



















Tras batallar varios minutos no tuvo más opción que usar su dedo índice, lo metió al poro de su nariz en busca de sacar ese moco y terminar con el cosquilleo. El moco estaba tan bien atorado que Eriko no podía con él. Al tratar de sacarlo se atoraba más y producía más cosquillas. Se podía ver a su dedo moviéndose de un lado a otro dentro del poro de la nariz. Toda su atención se enfocó en sacar ese moco. Su mirada también se fue hacia su dedo.



















De pronto Eriko regresó la mirada al camino y rápidamente movió el volante hacia la derecha.



















Eriko se distrajo tratando de sacar el moco y cuando quiso reaccionar no pudo esquivar a un camión de papel reciclado. El auto de Eriko se impactó de frente contra el camión. Fue un choque impresionante.


















El carro de Eriko quedó despedazado. Eriko murió al instante, su cara quedó deshecha, con golpes y cubierta de sangre.


















Ahhh y por cierto, al chocar, a Eriko se le salieron los sesos y también el moco que tanta lata le dio y que le causó la muerte.
Fin.

5 comentarios:

  1. Mocos!! que trancazo se dió el pobre eriko, pero al menos también el molesto moco recibió su merecido.

    ¿Sabes que estaba pensando, mi estimado? Deberías intentar acomodar tus historias en el diario metro o el gráfico. No me lo tomes a mal pero encajarían perfectamente por las notas que ponen ahi.

    P.D. ¿No puedes rescatar la historia del periquito asesino? ese loro era la onda.

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  2. jajajajajajaajaja...! q historia tan comica...has mas d esas dan mucha risa ajajajajja =D

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  3. Ahhh!! pobricito el carro de Eriko...quedó destrozado...Jajajaja... pero muy bueno ese cuento :D

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