miércoles, 7 de enero de 2009

El penal de la muerte

Adelo era un adolescente aficionadazo al futbol, era de esos que desayunan, comen, cenan, hablan y respiran futbol. Su sueño era llegar a ser estrella de este deporte. Por las tardes le mentía a su mamá diciéndole que ya había terminado su tarea sólo para salirse a las calles a jugar futbol hasta altas horas de la noche.

















Una tarde llegó un vecino y amigo suyo llamado Raquelo que también le gustaba mucho el futbol pero la verdad era bien maleta para jugar y le preguntó si podía echar la cascarita con él.














Adelo aceptó pero con la condición de que Raquelo se pusiera de portero primero,
iban a jugar unas tandas de penales.

















Raquelo se fue a colocar en la posición de portero y Adelo mientras colocó el balón en el punto penal. Tomó muchísimo vuelo ya que quería tirarle con todo a Raquelo y anotarle un golazo.

















Raquelo le gritó a Adelo que no tirara como niña, que no le iba a poder anotar gol. Claro que esto para calentar a Adelo un poco.
















Y lo logró porque Adelo enfureció con estos comentarios y comenzó a correr con todo, tomando fuerza para sacar un disparo pero ya con toda la intención de golpear a Raquelo y hacer que se comiera sus palabras.

















Adelo hizo contacto con el balón y salió un tremendo un fogonazo de disparo, con una potencia digna de jugador de selección brasileña. Era el tiro más fuerte y lleno de coraje que Adelo había hecho en toda su vida.

















El balón salió directo hacia donde estaba Raquelo con una velocidad y fuerza increíble pero éste al ver que le iba a pegar le valió que le anotarán y se hizo a un lado.


















El balón rebotó en la pared y salío disparado aún con más fuerza.

















Salió con dirección hacia donde estaba Adelo. Éste no tuvo tiempo de reaccionar. El balón se le estrelló en toda su cara. Se escuchó el guamazo y el crujir de algunos huesos.


















Adelo cayó al suelo todo noqueado y echando bofes de sangre.


















El impacto del balón le tiró varios dientes y la boca le quedo deshecha pero lo más grave fue que también le destruyó toda la nariz déjandolo sin respirar por lo que Adelo dejó de existir unos instantes despupes. Raquelo al ver que Adelo estaba muy mal mejor se fue corriendo asustado a su casa sin decir nada dejando a Adelo ahí tirado junto con el balón que le quitó la vida.










Fin





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