miércoles, 21 de enero de 2009

El cochecito rojo

Estefanío era un padre de familia, director de una de las más grandes fábricas de textiles del país. Era un domingo de clásico nacional, América contra Chivas se iban a enfrentar y pues era el pretexto perfecto para organizar una carne asada con la familia. Ya sabe, carne asada, quesadillas, frijoles, chorizo, cebollitas, cervecitas, cotorreo, etc. Estefanío era de los que siempre estaba en constante competencia con sus cuñados y hermanos. Si ellos compraban un carro Estefanío compraba uno más caro, si compraban una casa él compraba una más grande.Total que ese día Estefanío les iba a presumir su nuevo asador.


















Ya tenía la botana, la carne, el carbón, los refrescos, en general todo, ya nada más faltaba sacar la televisión a la terraza. Estefanío decidió sacar la televisión que estaba en el estudio porque era la más cercana a la terraza. Amarró el cable de la tele para no tropezarse y la cargó.


















Estefanío iba un poco distraído pensando en que más les podía presumir a sus familiares. Pensó que sería bueno presumirles su nuevo celular, hablarles del departamento en la playa que iba a comprar o del viaje que haría en esa semana a Nueva York.




















Estafeanío nunca se dio cuenta de que había un cochecito rojo en el piso. Era de los juguetes que dejaban sus pequeños regado por toda la casa, ya ven como son los niños de que dejan todo por todos lados. Estafanío piso el carrito.




















Primero se desvalanceó un poco, luego parecía venadito acabado de nacer porque las piernas se le doblaban, trató de no caerse pero fue en vano porque Estefanío resbaló.




















Se fue de espaldas y cayó en el piso. Lo peor fue que la televisión le cayó encima. Estefanío se golpeó muy duro la espalda, se ha de haber golpeado unas vertebras porque no se podía mover nadita. Tampoco podía quitarse la televisión de encima.




















No estaba muy pesada pero era fuerte la presión que ésta hacía sobre su pecho. Le comenzó a faltar el aire y no podía gritar para pedir ayuda. Su cara comenzó a ponerse roja y luego medio morada hasta que murió asfixiado.



















Fin.

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