El cortón asesino

Gustava era una señora que se dedicaba a la costura. Ella vivía sola, sus hijos ya se habían ido de la casa y su esposo se había fugado con la mamá de Gustava y pues ya estaban en los trámites del divorcio. Gustava era de un cáracter muy difícil, se enojaba muy fácilmente y casi siempre peleaba de todo, aparte era bien tacaña. Un día le llegó el recibo teléfonico y según Gustava le estaban cobrando mucho.

Gustava empezó a mentar madres en contra de la empresa de teléfonos. Decía cosas como: "Rateros, pero ni crean que les voy a pagar", "vayan y chin#*$% a su madre".

Gustava decidió no pagar más el teléfono y llamó inmediatamente a la compañía telefónica para para que le mandaran un empleado y que quitara la conexión del teléfono. El empleado no tardo mucho, llegó y cortó el teléfono.

Después de que se fue el empleado de la compañía telefónica Gustava decidió comer unas ricas tostadas con las sobras de la comida. A Gustava le encantaba el picante, aunque lo tenía prohibido por la gastritis que tenía gracias a los corajes que hacía y a su mala alimentación. Total que Gustava inundó sus tostadas con salsa picante y empezó a comer.

Terminando de comer sus ricas tostadas Gustava se dirigió a la cocina para lavar su plato cuando de pronto sus tripas comenzaron a gorgorear y a hacer mucho ruido.

Gustava empezó a sentir un fuerte dolor estomacal que hasta la hizo chillar como niña chiquita.

El dolor era tan intenso que Gustava apenas y podía caminar. Gustava necesitaba ayuda, le iba a hablar a una ambulancia para que fuera por ella.

Gustava levantó el teléfono y marcó el número de emergencia pero cual va siendo su sorpresa que no había tono ya que como Gustava se había enojado pues había mandado cortar el teléfono.

Como Gustava no pudo pedir ayuda porque no tenía teléfono pues ese gran dolor de estómago que era ni más ni menos que una úlcera pues como que se le reventó y empezó a vomitar sangre y luego de un rato murió.

Fin